Fue entonces cuando uno de los integrantes de la escuadra, Edgar Suárez, mejor conocido como “Cunaguaro”, decidió buscar ese repuesto con algún participante que tuviera un vehículo similar perteneciente a la categoría GTO.
Como el Cuna no hablaba inglés, su mejor opción fue dirigirse hacia el camión del corredor colombiano Mauricio De Narváez, un ingeniero que tenía un vehículo similar. Con su habitual desenfado y modales cordiales, Suárez le consultó directamente a De Narváez si acaso tenía ese repuesto disponible y fue entonces que el bogotano mandó a uno de sus asistentes a buscar esa pieza y le entregó al caraqueño una bomba de combustible de paquete.
Pero estaba el asunto adicional que los venezolanos no tenían el dinero para pagar ese repuesto, pero allí salió a relucir nuevamente la generosidad y clase de Mauricio De Narváez, a quien le bastó un apretón de manos con Edgar Suárez y la promesa de que le sería devuelta la pieza al culminar la competencia.
Los integrantes del equipo venezolano no daban crédito al ver al Cunaguaro arribar con el imprescindible repuesto que les permitiría continuar en acción. Logrado el tiempo para asegurar un lugar en la formación de salida compuesta por 72 máquinas (de ellas 26 en la división GTO), durante la carrera la pareja Romero-Soto alcanzó el décimo quinto lugar absoluto y el séptimo en su clase tras completar 201 vueltas, en tanto De Narváez en dupla con Albert Naon no pudo concluir la prueba al confrontar problemas mecánicos tras recorrer 147 giros que lo dejaron en el duodécimo peldaño en GTO y vigésimo octavo en la absoluta.
Pero el altruista y caballeresco gesto de Mauricio De Narváez para con sus pares venezolanos quedó grabado por su desprendimiento y nobleza deportiva, en un ambiente donde ese tipo de acciones rara vez se producen.
Cinco años después, el gentleman driver Mauricio De Narváez conquistaba la victoria absoluta en las 12 Horas de Sebring de 1984, en un Porsche 935 que compartió con dos especialistas europeos enviados por el equipo oficial alemán Joest Racing: el sueco Stefan Johansson y el germano Hans Hayer.
Artículo escrito por @octano66 – Periodista, comentarista, fotógrafo e historiador del deporte a motor